15 de Abril de 1912 en el salón de espectáculos del Titanic el mago Elcar Ajot, estaba efectuando varios de sus conocidísimos trucos de salón. En primera fila en una mesa en la que se encontraba la duquesa Maxima Phelona, el general Italoamericano Franccesco Jones Grossi, disfrutaba de la velada, acompañado de su hija Putonia (perdón Petunia), que acariciaba a través de la jaula a su pequeño loro, Celedonio.
Tras algunos juegos de cartas, el mago Elcar se disponía a efectuar dos de sus juegos favoritos:
-Damas y caballeros, en estos momentos me dispongo a hacer desaparecer, a este lindo conejito que todos pueden observar._ El conejo era un pequeño animalito blanco con ojitos rojos, lo que se dice un bicho precioso, tras dar barias vueltas de barita, y hacer unos cuantos movimientos con sus mano, ante todos el conejo desapareció, -Ohhhhhhh!._ el clamor fue rotundo, pero justo cuando se disponían a aplaudir, Celedonio el loro exclamó- Lo tiene debajo de la mesa arrrr, vaya mago más malo arrr ._ En ese instante lo que iba a ser un magnifico aplauso, se convirtió en una risa unánime, que avergonzó a Elcar.
-Jajaja,_ rió_ que lorito tan simpático, esta vez para asombro de todos haré desaparecer a mi ayudante, que como pueden ver no cabe bajo la mesa. _ Una bella muchacha rubia de ojos verde aceituna, salió al escenario, todos aplaudieron y cuando la ovación termino, una voz chillona, que Elcar reconoció al momento, Dijo._
-Arrrr que pedazo de conejo, este me lo comía hasta yo arrrr._ los ojos del mago iban a estallar de ira, pero claro como iba a reprender a la dueña del loro, si esta era hija del mismisimo Franccesco Jones Grossi. Sonrió sin más y comenzó con el truco, metió a la ayudante en una caja, y tras cerrarla con varios candados, y gruesas cadenas, la caja se rompió y dentro no había nada. Esta vez estaba seguro de que los había impresionado, pero en su interior sabía, que algo malo estaba a punto de suceder.
-Hay una trampilla en el escenario arrrr, este mago no hace desaparecer ni un hielo en un baso de agua, malo más que malo arrrrr.
_Ya no podía más, aunque le costase la vida solo podía pensar en ir hacia el loro y arrancarle una a una las plumas, pero... respiro hondo y dijo.
-Esta bien, como veo que el publico es exigente voy a hacer el mejor de los juegos que nunca antes nadie haya hecho...
_En ese mismo momento se oyó un estruendo, todo el barco tembló, y bueno, todos sabemos lo que en el Titanic ocurrió. Tras todo el jaleo del accidente, en una barquita a la deriva, Dios quiso que se encontraran el mago Elcar Ajot, y el pequeño lorito Celedonio, este no paraba de mirar al mago, sin decir ni una palabra, tras varios minutos así, El loro abrió la jaula, se acercó a Elcar, y al oido le dijo:
-Venga, vale me rindo, donde coño has puesto el barco.
Anda sonreid mas y discutid menos piltrafillas, jejejejejejejejejejejejejejeje.