CONFIANZA, LEALTAD, HONOR...

Hace muchos años, se vivía de otra manera, se pensaba de otra manera, se actuaba de otra manera... o al menos así creemos.

Hemos crecido con la romántica idea de que hace unos siglos la gente era más noble que ahora. En realidad, la humanidad no ha cambiado, sigue siendo igual de noble o de traidora como antes, solo depende de si aquellos que te rodean tienen ambición o envidia de ti.

La humanidad ha demostrado en incontables ocasiones que puede ser capaz de hacer lo mejor y lo peor, realizar proezas y actos bondadosos, a la vez que puede realizar atrocidades inimaginables.

En multitud de ocasiones el que menos tiene es el más generoso y viceversa, a la vez hay gente que siempre quiere ayudar y otros que solo piden ayuda sin arrimar el hombro nunca.

En estos tiempos modernos, aquellos que son leales y son dignos de confianza son raros de ver porque muchos cambian tras los engaños y las traiciones a los que se ven sometidos, solo unos pocos siguen manteniéndose firmes... a esos, la Sociedad los llama tontos... y es que la envidia es muy mala.

Pero en el punto intermedio está la virtud, la Confianza, la Lealtad, el Honor, todas esos conceptos a los que muchos les parecen extraños y pasados de moda, se deben guardar como un tesoro y solo compartirlos plenamente con quien se lo merece de verdad. Porque se puede ser tonto, pero no gilipollas.