No es nuevo que los deportistas debido a las adulaciones de sus entornos se vuelvan locos de vanidad. Terminan metidos en líos de faldas, en asuntos de drogas, apuestas, compras extravagantes... en fin, mil cosas absurdas adquiridas de manera caprichosa y arbitraria que el jovenzuelo/a ha comprado porque él lo puede y porque le da la gana.
El resultado final es la ruina de los susodichos individuos porque han dilapidado todo lo que han conseguido. Cientos de miles de euros o dolares (incluso millones) a la basura porque al niñato/a en cuestión no quizó hacer caso al padre (o madre), a su representante o a su sentido común, o algo peor, que fue mal aconsejado por su hombre de confianza a drede por el vil metal, por un miserable porcentaje.
Muchos ejemplo hay en el mundo del deporte, cientos. Pero del que hablo ahora es de Robinho. Un chaval con un ego desproporcionado (casi casi como el de Ego), un niño al que le han dado todos los caprichos que se va a dar de bruces con la cruda realidad. No se puede tener todo, y las cosas no se toman por la fuerza. Un "no", es un "no".
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2 Críticas constructivas:
No hay nada peor que un niñato que cree que todo tiene un precio, y lo peor es que seguro que al final todo quedara en nada.
No se de que hablais, seguro que es futbol....XD
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