En esta época del año, que son las vacaciones de Navidad y los Reyes, hay gente no para de ir a un lado para otro, otros en cambio tienen unos días más pausados y tranquilos. Raro es aquella persona que no tenga nada que hacer.
Una de las grandes tradiciones que existe en esta época del año es la de reunión entre amigos y familiares. Vemos a gente que no solemos ver a lo largo del año, es por tanto tiempo de ver personas queridas y de recordar a las que no están.
Son las fiestas navideñas unas fiestas llena de alegría y diversión, pero también de melancolía y excesos, tristeza y esperanza... es en definitiva unos días muy completos.
Es por ello que para poder sobrevivir a todos los excesos, reuniones, comilonas, falta de sueño acumulada y demás (como por ejemplo los niños correteando por todas partes y las compras compulsivas de regalos) hay que racionalizarse y saber elegir cuando retirarse, porque quizá empeceis bien y con fuerza las fiestas pero quizá no las acabeis consumidos y cortitos de energía, y es que las fiestas de Navidad cada vez son más días.
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