TODO LO QUE DEPENDA DE UNO MISMO ES POSIBLE
"Que tus labios no firmen cheques que tu culo no pueda pagar"

Teología y Frikología

Jesucristo era judío. A los niños judíos les cortan lo que viene a ser el pellejo del pene en su octavo día. Aplicando una lógica que hasta un estudiante de ESO entendería, es fácil deducir que a Jesús también le circuncidaron (quizá queda más fino así). Según cuenta la leyenda, efectivamente, así fue, y el sacrosanto pellejo (el Rey de los pellejos judíos se podría decir) fue guardado en una tinajilla llena de aceite de nardo, acertadísimo conservante para tan magna cobertura prepucial. Todo bastante normal, aún sin ser descendiente de Abraham es una práctica recomendada en unos casos por necesidad y en otros por pura higiene, pero en esto que tuvieron que meterse por medio los teólogos a elucubrar. La teología viene a ser estudiar a fondo mitos y leyendas para luego argumentar sobre auténticas estupideces, lo que popularmente se conoce como hablar del sexo de los ángeles, lo cual los coloca un peldaño por debajo de los frikazos de la Tierra Media o Star Wars que discuten sobre las más increíbles minucias, y digo un peldaño por debajo porque los frikis al menos son conscientes de que se trata de algo irreal y que no les interesa a nadie más que a ellos. Los teólogos no, ellos se consideraban importantes y generaban debates escolásticos sobre el Praeputium Christi, tenían dudas sobre si el prepucio había ascendido por su cuenta a los cielos en el momento de la operación o lo había hecho al ascender Cristo tras su muerte y resurrección, o incluso como tercera posibilidad que le hubiera crecido uno nuevo al ascender.

Otra de las teorías, probablemente elucubrada por alguien que sería objeto de mofa incluso entre los propios teólogos, es la del erudito griego del siglo XVI, Leo Allatius, en su De Praeputio Domini Nostri Iesu Christi Diatriba (Discusión acerca del prepucio de nuestro señor Jesucristo) quien decía que se había materializado alrededor de Saturno siendo el anillo que todos conocemos, dando por hecho que dada la altísima cuna del prepucio este podía ignorar la conservación de la materia y tomar ese inmenso tamaño que haría exclamar un tremendo what the fuck? en Houston cuando vieran por primera vez imágenes del planeta enviadas por el Hubble. Además esto coloca, por segunda vez, a los frikis por encima de los teólogos, ya que aquellos son muy tiquismiquis con la lógica interna de su mitología y jamás llegarían a tan irracionales conclusiones.

Aún hay más. Catalina de Siena, nacida en el siglo XIV, al contrario que nuestra Mar ante las diatribas de los testigos de Jehová, decidió a la tierna edad de 7 años hacer voto de castidad y mortificar su cuerpo, lo cual ya apunta malas maneras en lo que se refiere al desarrollo de una mente sana. Como no podía ser de otra forma, con 19 años comenzó a tener visiones místicas; en una de ellas vio a María y Jesús, y según escribió ella misma, Jesús le ofreció casarse con ella, a lo que por supuesto aceptó, pero lo realmente tremebundo es que la alianza usada fue el mismísimo pellejo divino, que ella portaba orgullosamente en su dedo aunque nadie más podía verlo. Este momento de verdadero hardcore underground será pronto superado en este mismo artículo. Catalina comenzó a enfermar con frecuencia y tenía ataques que la hacían revolcarse por el suelo gritando mientras tenía más visiones. Como premio a su locura se le santificó y se le hizo patrona de Italia. Todo muy santo y muy normal, vamos…

En el siglo XVIII otra monja de escasa cordura llamada Agnes Blannbekin se encontraba un día elucubrando sobre el destino del prepu (para abreviar, que ya hay confianza) y de repente sintió que se le materializaba en la boca. Declaró que era de una dulzura sin igual, más que una torrija, así que se lo tragó, y acto seguido el prepu se volvía a materializar en su boca para volverlo a saborear y a tragar, y así como unas cien veces. Como veis no mentía cuando os prometí otro enorme momento hardcore underground. En mi opinión esta épica escena se debía a la mala mezcla que hacen la castidad y el fanatismo, haciendo que una honorable y pálida monja se imaginara escenas que ni el mismísimo John Thompson metería en sus películas. Creo que de nuevo esto coloca a los frikis por encima de teólogos y visionarios, ya que aquellos al menos se desahogan con abundante masturbación evitándoles llegar a estos niveles de delirio.

Se ve que alguien en el Vaticano se dio cuenta del cachondeito que suponía todo este tema del santo prepu, por lo que desde el 1900 se considera una aberratio devotionis, es decir, hablar, leer o escribir sobre el Santo Prepucio será considerado despreciable aunque tolerable; pero La Santa Sede se reserva el derecho a excomulgar a quien lo hiciera en forma escandalosa o aberrante. Por lo que este artículo me hace ser, a ojos del Vaticano, un ser despreciable y digno de excomunión (con lo difícil que es conseguir que lo hagan), hecho que, de nuevo, coloca por encima a los frikis, quienes se pueden exaltar si alguien se mete con su afición, pero como en el fondo son unos adorables puppies nunca llegarían a considerarte una aberración. Y a todo esto, ¿donde andará el pellejo?

5 Críticas constructivas:

lind dijo...

Curioso muy curioso el articulo, es bueno saber que hay gente que tiene la mente mas "perturbada" que yo XD

EGO dijo...

Dios, estas hablando de una epoca en la que la gente se mataba por discusiones sobre el sexo de los angeles. Claramente ellos no representan la idea de Dios o de religion.

Phidas dijo...

Para que veais hasta donde puede llegar un pellejito... pero manda huevos que le den esa importancia a una cosa tan insignificante!!!

EGO dijo...

Bueno, es normal que se lien tanto. Piensa que no habia luz electrica por lo cual no se entretenian con la Tv, la Play, internet (no habia Face), tampoco telefonos, no se calentaban la cabeza para pagar las facturas pues el unico problema era tener algo para comer, lo cual tenia facil solucion. Ibas al campo y pillabas o plantabas lo que podias... mas se morian de enfermedad que de habre.

EGO dijo...

*hambre