DAVID Y GOLIATH

La historia se repite una y otra vez, y todo porque el ser humano se esfuerza en no querer aprender de sus errores.

Mira que es fácil pero no hay manera, tropezar y tropezar con la misma piedra, una y otra vez, se levanta con las rodillas ensangrentadas pero en vez de tomar nota vuelve a caer y da la impresión que le gusta hacerlo, o es que simplemente es su destino. Creo que más bien es la forma que tiene de castigarse porque sabe en lo profundo de su alma, en el interior de su corazón que lo que hace está mal y que tropezándose y vertiendo su sangre apagará un poco esa vocecita que es la conciencia.

Jugar limpio y trabajar duro debería ser el camino, un camino largo, difícil y tortuoso, los atajos son más cortos y por supuesto pueden dar éxitos pero efímeros y con un valor escaso si no está respaldado por más triunfos, triunfos que no se pueden dar porque lo que rápido llega rápido se va, pues no tiene una base sólida donde apoyarse.

El dinero es un gran atajo... un atajo a la caída, que convierte ilusión en decepción, en rabia y en dolor, y el hombre no quiere aprenderlo, no tiene la paciencia para comprenderlo.

Otra lección esta vez impartida por el Alcorcón.

P.D. Mi enhorabuena a los jugadores del Alcorcón, que han demostrado una vez más que un conjunto es mayor que un grupo de individualidades.