México como país democrático que es, se encuentra en este momento en periodo de elecciones, y como buen país democrático se decidió que los candidatos de los principales partidos políticos se encontrarán en un debate para que pudieran contar sus propuestas y expresar sus ideas para así convencer al electorado de que ellos son la mejor opción.
Todo era perfecto para un acto tan solemne e importante, nada destacaba, los candidatos y los presentadores iban sobriamente vestidos como pedía la ocasión, todo iba sobre ruedas hasta que paso lo que paso.
La azafata contratada para el debate entró al plató con un ajustadísimo vestido blanco, con un escote de vértigo.
La azafata en cuestión era Julia Orayen, modelo y conejita del Playboy, que evidentemente dejó un poco desconcertados y fuera de juego a los candidatos, que por cierto no sabían a donde mirar (o si).
Evidentemente los candidatos participantes en el debate se quejaron posteriormente de la ropa que llevaba la azafata alegando que no estaba acorde con la importancia del momento. Y es que a los políticos no les gusta las sorpresas.
Sólo fueron 30 segundos, pero su presencia a logrado que todo el planeta sepa que México está en elecciones. Impresionante.
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