Verde. Como casi siempre pasa con el verde entre las comunes e infrecuentes existen gran cantidad de criaturas, en esta edición se pueden encontrar algunas criaturas fueres y rápidas, y por supuesto los eternos bichotes enormes con costes también enormes.
Por supuesto también existen hechizos como el Naturalizar, Niebla o Señuelo, clásicos entre los clásicos.
La carta común que he elegido es el Jabalí Moteado, una especie de Gnomos Frasco pero con un punto de fuerza más y uno de resistencia menos que te hace ganar 4 vidas en vez de 3. Si los gnomitos eran buenos el jabalí debería estar más o menos a su altura. Por supuesto son dos cartas diferentes, es peor defensor y como tiene un punto de maná coloro es más caro de jugar, pero es un atacante decente y da tiempo, después de todo 4 vidas son 4 vidas.Sobrepasar es la infrecuente que he elegido, es un finalizador que aunque es un pelín caro es muy efectivo. Gran carta.
El Anciano de la Arboleda Parda es una criatura para partida avanzada, pena que no tenga arrollar o algún tipo de evasión pero es innegable que es muy difícil de matar. Aún así la Duodécima Edición tiene muchas otras cartas verdes raras muy buenas como son el Ave del Paraiso, el Archidruída Elfico o el Cambiapieles.Como mítica me quedo con el Titán Primigenio, un 6/6 con arrollar y que cuando entra o ataca mete en juego 2 tierras (básicas o no) en juego, una barbaridad por solo 6 manás!!!
Como hay pocos artefactos únicamente pondré el más representativo, el Amuleto de Mercurio, artefacto que tiene sinergia con un montón de criaturas enormes y a la vez carísimas de jugar como son los Eldrazi y bichos parecido.Sobresale también Simulacro Solemne, otro clásico de Edad de Hielo, y como artefacto curioso me quedo con el Reloj de Sol del Infinito, estoy seguro que puede dar guerra, aunque le habría puesto coste 1 en vez de 2.
Las tierras son las de la edición anterior, con una infrecuente que recuperas un artefacto del cementerio... mediocre.
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