Nadie tiene derecho a tocar a su pareja por ninguna razón, no hay justificación alguna para ello. El viejo dicho de "Quien bien te quiere te hará llorar" no es de ninguna manera válido.La violencia no es únicamente física, también psicológica. Los moratones en el cuerpo se curan con el tiempo pero las heridas de la mente pueden no curarse nunca.
Pero existe un error en las tesis de los seudo-progresistas que ahora nos gobiernan, la violencia de género no sólo es del hombre a la mujer, también es de la mujer al hombre, pero esa violencia que puede llegar a ser tan cruel como la otra la obvian. Esa violencia no interesa, esa violencia no da votos.
Una mujer que denuncia a su pareja a la Guardia Civil o a la Policía, es inmediatamente tenida en cuenta y su pareja directamente vilipendiada y encerrada en el calabozo ¿¿Se haría lo mismo si fuera al reves, que el hombre denuncie a su conyuge?? No lo creo.
La violencia de género por parte de los hombres es brutal y directa, hay marcas físicas evidentes, pero también psicológicas, un miedo palpable en su víctima, y un aura de superioridad, arrogancia y agresividad en el maltratador.
En la violencia de género por parte de las mujeres no es muy distinta. Las mujeres son tan capaces como los hombres de golpear, y tienen más tendencia de emplear objetos contundentes para atacar a otros. Además, pueden llegar a límites insospechados de crueldad verbal.Las mujeres se escudan en el machismo, emplean la excusa de que son mujeres para que el hombre baje la guardia y después golpear ellas, por la espalda y a traición.
Eso también es violencia de género, y como la otra también existe. Existen ambas desde siempre, y de las dos hay casos cada día. Tan malo es uno como el otro, pero las leyes no lo ven así, favorecen a la mujer porque hay más denuncias.
La solución no es favorecer a uno de los géneros, el problema no radica en ayudar a uno y darle la espalda al otro. La solución es hacer que las nuevas generaciones respeten a las otras personas, que sepan convivir y ayudarse, la cultura y la educación es una buena base donde asentar el cambio, pero eso no da votos.
En una pareja siempre hay alguien tiene un carácter más fuerte, que domina al otro. Si hay violencia de género ese será el culpable, sea hombre o mujer.
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