Si algo hay en Verano es mucha diversión, mucho alcohol y muchas fiestas.Una de las fiestas veraniegas más populares son los concursos de camisetas mojadas, toda una fiesta visual entorno al todo poderoso rey estival, el agua. Estos concursos son muy proclives a realizarse en las zonas costeras muy turísticas donde abundan los turistas extranjeros, son en sí mismos un gran reclamo. Como ya he dicho, es todo un regalo para los sentidos, tanto para la vista como para el oido, y porque no también para el tacto, el gusto y el olfato.
El alcohol corre a raudales, el calor convence las reticencias y las ganas de fiesta hacen el resto.Para concursar solo se necesita ser mujer, una camiseta blanca y ganas de terminar empapada, y por supuesto ser muy, muy simpática y alegre. Aquí no gana la más guapa y la que más enseña, aquí gana la que mejor sabe lucir sus encantos.
Con una manguera, con un vaso, una botella, una jarra o un cubo, cualquier objeto sirve para echar el agua sobre las concursantes mientras se haga disfrutando del momento. Y es que no hay nada mejor para una tórrida noche de Verano que mojarse a gusto.
Respecto a nosotros, sólo somos simples observadores del evento, nosotros disfrutamos del alcohol y de la visión de hermosos cuerpos humedos y empapados, de las blancas camisetas pegadas a las curvas de las concursantes, envidiosos del afortunado tipo que disfruta como un enano echándole el agua por encima a las chicas, y de su inmejorable punto de visión.
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