El ser humano es así y no hay más que hablar. Nos gusta la sensación de estar "rompiendo" las reglas o de estar haciendo algo"malo", una explosión de agrenalina nos invade cuando hacemos algo prohibido, una gran sensación de libertad y placentera complacencia.Nos da igual que no debamos hacerlo, nos da igual que todos y cada uno de nuestros conocidos nos diga "no lo hagas", no importa, te da igual, para eso tienes tu libre albedrío. Si quieres hacer puenting te atas la cuerda y saltas.
¿¿Cuál es la razón de que un futbolista multimillonario se meta en un supermercado y se coma un donut sin pagarlo?? ¿¿Por que una actriz famosa y "muchirrica" le da por hurtar algo de maquillaje en una tienda?? El subidón del momento, te pillarán, no te pillarán... lo mismo pasa con mil cosas del día a día. Es la emoción de la caza, el acechar a la presa y demostrarte a tí mismo que puedes hacerlo.
Por supuesto después hay que exponer el trofeo y recibir los elogios admirados de tus pares, que también produce una gran satisfacción. Sep, nos gusta los deportes de riesgo, te diviertes mientras que no pasa nada, el problema es cuando pasa, y es en ese momento, en ese preciso momento, es cuando uno demuestra de que pasta está hecho.
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