TODO LO QUE DEPENDA DE UNO MISMO ES POSIBLE
"Que tus labios no firmen cheques que tu culo no pueda pagar"

NOS TRANSFORMAMOS CUANDO CONDUCIMOS

Algunas personas cuando se ponen al volante cambian, se convierten en un individuo con una personalidad agresiva y violenta. Tal es la agresividad que se apodera del conductor que cualquier cosa que otro vehículo haga lo exaspera y le hace increpar.

Gritar, gestos obsenos, insultos... tocar el claxon de manera repetida e insistente es lo menos que hacen estos conductores llenos de ira y agresividad.

Siempre van con prisa y corriendo, no ponen los intermitentes cuando hacen maniobras, adelantan por la derecha y no tardan ni 1 segundo antes de tocar el claxon cuando el semaforo se a puesto verde. Se creen con derecho a cualquier cosa y que los dioses se apiaden de tí si tienes un golpe con uno de ellos porque invariablemente la culpa será tuya y no de ellos, porque ellos nunca se equivocan. Se creen los putos amos de la carretera.

Este comportamiento agresivo y visceral tiene como origen el instinto animal. El coche es el territorio del conductor y si otra persona lo amenaza de alguna manera, el conductor reacciona de forma violenta para defenderlo. Además, una persona se siente protegido dentro del coche por lo que da rienda suelta a sus instintos primarios, se lanza más al exceso.

Un conductor de este tipo puede llegar a ser muy, pero que muy violento cuando está conduciendo, así que, salvo que estés dispuesto a pelearte y hacerte mucho daño, manten la calma cuando conduces. Si te encuentras en la carretera con uno de estos individuos déjalo pasar y continua tu camino tranquilo porque si le prestas atención terminarás en la cuneta por un accidente.

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