A estas alturas ya se han celebrado muchísimas, y muchas de las más importantes (como son los San Fermines). Es lógico pensar que donde hay un toro de lidia hay peligro, o al menos lógico lo veo yo, es por tanto que desde hace algunos años se impuso el sentido común de no dejar entrar a los festejos taurinos que se celebran en la calle a las personas ebrias, el peligro de una cornada a alguien y la muerte de ésta es un riesgo más que palpable.
A todo esto que un toro que sueltan en una de estas fiestas populares coge a un hombre y lo revuelca, y después a otro más con la mala suerte de que la cornada es grave y mata al pobre desgraciado, ese mismo toro sigue de festejo en festejo porque es un toro que sabe coger a la gente y después de pillar a algunos más este año mata a otro hombre. Hombre que estaba borracho que según la organización se coló dentro de la plaza.
Hablo del toro "Ratón", un toro fiero y veloz, y seguro que con cierto aire de inteligencia que ha aprendido. Pero no hablo de un toro sanguinario ni cruel, sanguinarios y crueles somos los humanos que matamos sin ningún motivo, el toro "Ratón" no siente placer al matar (no creo ni que se de cuenta de ello), se defiende con lo que la naturaleza le ha dado, con su fuerza, su agilidad y sus cuernos, y si alguien a muerto por una cornada de "Ratón" no es más que un desgraciado accidente. Un toro no es como un perro que muerde y saborea la sangre y le coge gusto.
"Ratón" ya tiene sus añitos pero los organizadores se lo siguen pidiendo a su ganadero para que participe en los festejos, donde si no hay cogidas es algo aburrido. "Pan y Circo"pide el pueblo y "Pan y Circo" es lo que se le da.
"Ratón", un toro que ha vencido a los que se burlan de él y que merece vivir por haber sido más inteligente que los humanos que entraron borrachos a torearle.
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