LA LECHUGA NO ENGORDA, HINCHA

La lechuga no engorda, hincha.

Me lo dijeron el otro día y la verdad es que no me lo llegué a creer del todo, pero sí al parecer la lechuga puede provocar que una persona pueda tener tripa.


Pero no engorda de la manera que todos pensamos al escuchar la palabra "engorda". Con la lechuga no se coge peso, lo que pasa con la lechuga (o cualquier verdura del mismo tipo) es que se cogen gases y dichos gases hinchan, tanto el estomago como los intestinos. La lechuga hace que la gente tenga tripita y dolores abdominales.

La lechuga es como todo. En dosis moderadas todo es bueno, en dosis exageradas todo es malo. En grandes cantidades la lechuga y cualquier vegetal del mismo tipo producen gases que se acumulan en el cuerpo hinchando a la desafortunada persona que se ha creido una vaca.

Además, al parecer la lechuga es difícil de digerir y nuestros ácidos gástricos pueden no llegar a disolverlas del todo y pueden llegar a quedarse pegadas a las paredes del estomago. Algo que si comes una lechuga de vez en cuando no pasa nada, pero si desayunas, comes y cenas verde pues puede ir acumulándose hojitas de lechuga. Evidentemente, es algo extraordinariamente raro pero si Calem se comió un huevo duro entero, seguro que habrá gente que no mastique bien las hojas de la lechuga de su plato.

La lechuga es una de los alimentos que tienen calorías negativas, o lo que es lo mismo, quemas más calorías al comerla de las que te aporta, además su alto contenido de fibra y agua es buena para el organismo pues ayuda al tránsito (y por tanto a reflexionar), y al higado y los riñones (que también los tenemos bastante castigados los fines de semana). Y por último, ayuda a sentirse saciado, aunque después te vuelva a entrar hambre!!!

Otra de las cosas por las que la lechuga puede hinchar es la cantidad de sal que se le echa al aliñarla, cuanta más sal, más agua se retiene en el organismo. El limón es bueno como sustituto, pero cuidado con él que daña los dientes.

¿¿Y por qué viene este post?? Estamos en época de buenos propositos, no lo olvideis.